Escribe: Byron Mural
Llegué al sur de Los Ángeles en febrero y entré a trabajar a un restaurante, no de cocinero sino de mesero, había olvidado del choque cultural entre América Latina y este país. No es un secreto que Estados Unidos es el país más rico del mundo y por lo mismo se da ciertos lujos, entre ellos tirar comida a montones, cuando sus vecinos: México y centro América se mueren de hambre.
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Los clientes aparte de ser “especiales” les gusta que uno los trate como si se trataran de miembros de la realeza, algunos hasta dándose el lujo de solo jugar la comida y obligándonos a tirar los platos enteros. Otros solo los ordenan para que se enfríen en la mesa.
Esto me ha provocado cierto malestar y lamentación por las comunidades pobres de mi natal Guatemala, dónde cientos de familias mueren de hambre, mientras aquí la gente tira banquetes enteros.
La vida es así, mientras unos tiran la comida a la basura, otros mueren de hambre, y en medio: nosotros, los testigos de tal contraste.
